jueves, 4 de junio de 2015

Científicos estudian el olfato de las moscas para comprender como funciona el cerebro.

Según Matthieu Louis, la mosca del vinagre (Drosophila melanogaster) es un modelo excelente para explorar cómo la actividad neural controla comportamientos complejos, por ejemplo, la quimiotaxis o la capacidad convertir un estímulo olfativo en una respuesta motora, investigación que puede ser la entrada hacia sistemas más complejos como el cerebro humano.

Para identificar los circuitos neurales que están implicados en la quimiotaxis, el equipo de investigadores decidió concentrarse en la larva de la mosca del vinagre, que cuenta con 10.000 neuronas, 10 veces menos que las moscas adultas y hasta a 10 millones de veces menos que los humanos.

El equipo seleccionó 1.100 cepas de mosca en que la función de un pequeño grupo de neuronas del cerebro se podían desactivar genéticamente.

«Cuando empezamos el proyecto teníamos la sensación de estar buscando una aguja en un pajar. Sabíamos que hay 21 neuronas olfativas en la cabeza de la larva y sus respectivas neuronas motoras, pero no teníamos ninguna pista sobre la identidad de las neuronas que hay en medio, ni de las sinapsis responsables de procesar la información olfativa y transformarla en toma de decisiones motoras», ha explicado Louis.


miércoles, 13 de mayo de 2015

¿Pueden morir las galaxias por estrangulación?

Hay cientos de millares de millones de galaxias en la fracción observable del universo, repletas de estrellas y quién sabe de cuántos planetas. En vez de sentir vértigo por lo apabullante de estas cifras, los astrofísicos han aprendido a usar la luz que llega hasta los telescopios, después de que haya viajado miles de millones de años, para obtener mucha información acerca de las galaxias. Con ella son capaces de inferir (no siempre con mucha precisión) la masa, la velocidad, el tamaño y la composición de muchos de estos universos que surcan el «vacío». Y por eso, con el paso de los años se ha descubierto que hay galaxias activas que actúan como criaderos de estrellas, y otras «estériles» a las que solo les quedan estrellas viejas e hinchadas.

Esto despierta la duda de si a estas galaxias decrépitas la muerte les llega de forma lenta y progresiva, dulce se podría decir, o si por el contrario es más bien traumática. Para averiguarlo, los científicos siempre han estudiado la composición de hidrógeno y de metales de las galaxias, puesto que el primero es la materia prima básica para hacer estrellas, y por tanto es más abundante en galaxias activas, mientras que los segundos se van produciendo a medida que nacen nuevas estrellas. Pues bien, según un estudio publicado este miércoles en la revista «Nature», que ha analizado estas huellas dactilares de composición galáctica, parece ser que las galaxias agotan poco a poco el gas con el que crían nuevas estrellas y que por ello mueren por «estrangulación».
«Descubrimos que el contenido de metal de una galaxia muerta es mayor que el de una galaxia activa de masa similar», ha explicadoRoberto Maiolino, co-autor del nuevo estudio en el que han participado la Universidad de Cambridge y el Real Observatorio de Edimburgo.

Esto quiere decir, según los investigadores, que el proceso de formación de nuevas estrellas se va apagando progresivamente, lo que «es consistente con un proceso de estrangulación (agotamiento paulatino de este gas)».

En caso contrario, en el momento en que se produjera una muerte abrupta, la formacion de las estrellas se detiendría de repente, y el contenido de metales de un cadáver reciente debería ser similar al de un cadáver más antiguo. Resultado que no se ha encontrado en este estudio.

¿Y si las galaxias murieran por estrangulación?


lunes, 23 de marzo de 2015

Páxina de información sobre o universo.

Debido a reciente inactividade do blog, decidín recompensarvos con esta magnífica páxina de información sobre o universo. Espero que vos guste, un saúdo!!  Páxina web

viernes, 17 de octubre de 2014

El telescopio Hubble captura la imagen más completa del universo


Un equipo de astrónomos ha usado el telescopio espacial Hubble para capturar la imagen más completa del universo en evolución y una de las más coloridas presentadas hasta la fecha. La imagen, compuesta con observaciones tomadas durante varios años, forma parte del proyecto denominado Ultraviolet Coverage of the Hubble Ultra Deep Field (UVUDF).

La obtención de datos ultravioletas del campo ultra profundo del Hubble se ha efectuado con una cámara especial, que ha proporcionado a los astrónomos el acceso directo a regiones de formación estelar antes inalcanzables, lo que ayuda a comprender como se formaron estas zonas y galaxias enteras.

El trozo de cielo que puede verse en la imagen de Hubble ha sido estudiado anteriormente por los astrónomos en una serie de exposiciones visibles del infrarrojo cercano tomadas desde 2004 hasta 2009. Ahora, con la adición de la luz ultravioleta, que ha combinado la gama de colores disponibles para el Hubble, la imagen resultante contiene aproximadamente 10.000 galaxias, lo que se remonta a unos cuantos cientos de millones de años del Big Bang.

Antes de que se llevara a cabo este trabajo, los astrónomos ya sabían mucho sobre la formación estelar en las galaxias cercanas, gracias a telescopios UV, como el Observatorio de Galex de la NASA , que funcionó desde 2003 hasta 2013. Pero este trabajo ha conseguido, gracias a la capacidad del infrarrojo cercano, más información para los astrónomos sobre el nacimiento estelar en la galaxias más distantes.

Estas galaxias distantes se ven en sus etapas más primitivas, debido a la gran cantidad de tiempo que tarda su luz en llegar hasta el observador en la Tierra. De hecho, los expertos explican que existía una falta de datos necesarios de la etapa de entre 5 y 10 millones de años luz de distancia —lo que corresponden a un período de tiempo en que nacieron la mayoría de las estrellas en el Universo— para entender completamente la formación de estrellas.

Las estrellas más calientes y más jóvenes, que emiten luz en el ultravioleta, a menudo son sujetas a observación directa, dejando un vacío importante en el conocimiento de la línea de tiempo cósmico.